Tu freidora de aire se vuelve más inteligente cada día (¡y más hambrienta de tus datos!)
En noviembre del año pasado, la organización británica Which?, que promueve decisiones de consumo informadas mediante pruebas de productos, detectó un patrón preocupante: las tres freidoras de aire analizadas pedían permiso para grabar audio en el celular del usuario — sin ofrecer ninguna explicación del porqué.
Uno de los modelos exigía que el usuario proporcionara su género y fecha de nacimiento solo para crear una cuenta. La app complementaria de la freidora de aire de Xiaomi iba aún más lejos, incluyendo rastreadores de Facebook, Tencent y Pangle (la red publicitaria de TikTok para empresas).
Se descubrió que freidoras de aire fabricadas por las marcas chinas Xiaomi y Aigostar transmitían datos personales a servidores en China. Para ser justos, esto sí se mencionaba en las políticas de privacidad, pero es poco probable que la mayoría de los usuarios lo haya notado.
Todo esto plantea una pregunta obvia: ¿por qué una freidora de aire necesita conectarse a internet? Y más aún: ¿por qué pediría acceso a tu micrófono o compartiría datos con redes publicitarias?
Quienes defienden la comodidad del Internet de las Cosas (IoT) dirán que justamente para eso existen los electrodomésticos inteligentes: para mandar alertas como “tu comida ya está lista” y permitirte iniciar, pausar o ajustar el cocinado desde el celular. Pero eso nos lleva a dos preguntas:
- ¿Con qué frecuencia realmente necesitas encender una freidora de aire sin estar en la cocina?
- ¿Vale la pena recibir una notificación en el sofá a cambio de entregar tus datos personales?
Los dispositivos inteligentes suelen recolectar datos personales — e incluso sensibles, como métricas de salud o conversaciones dentro del hogar — muchas veces sin transparencia, seguridad ni control adecuado para el usuario. Ya hemos hablado antes de los riesgos a la privacidad que representan los asistentes de voz y el peligro de compartir datos personales con ellos. ¿Pero freidoras de aire? Bienvenido al nuevo (y extraño) mundo en el que vivimos.
¿Qué pasó después?
Which? ha sido una voz constante pidiendo normas claras sobre cómo los fabricantes de dispositivos inteligentes deben manejar los datos de los usuarios. Y ahora, el ICO (Information Commissioner’s Office) del Reino Unido publicó una nueva guía dirigida a fabricantes de dispositivos de Internet de las Cosas — como televisores inteligentes, altavoces con asistente de voz, rastreadores de fertilidad e incluso las ya infames freidoras de aire — para que respeten los derechos de privacidad de los usuarios y adopten medidas más estrictas para protegerlos.
La guía explica qué se considera dato sensible, cómo se puede recolectar legalmente, por cuánto tiempo se puede almacenar y otras responsabilidades clave de los fabricantes.
Aunque el documento aún está en discusión y sujeto a cambios, el mensaje es claro: los fabricantes han sido advertidos.
Privacidad de datos e IoT
Aquí tienes algunas reglas generales para usar dispositivos inteligentes de forma más consciente:
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Lee antes de conectar
— Revisa qué permisos solicita el dispositivo o su app, especialmente acceso a micrófono, cámara, contactos o ubicación.
— Lee la política de privacidad (sí, en serio) para entender qué datos se recolectan, por qué y hacia dónde se envían. -
Desactiva lo que no necesites
— Apaga funciones que no usas, como control por voz, acceso remoto o sincronización de datos.
— Deniega permisos innecesarios desde la configuración de la app. -
Bloquea conexiones no deseadas
— Usa AdGuard DNS o AdGuard Home para monitorear lo que hacen tus dispositivos, con quién se comunican y bloquear conexiones sospechosas.
— Verifica a qué servicios de terceros (Alexa, Google, Facebook, etc.) está vinculado el dispositivo y desconecta los que no uses activamente. -
Mantén el firmware actualizado
— Instala actualizaciones de software y firmware para corregir vulnerabilidades, pero solo desde fuentes confiables. -
Evita dispositivos que “siempre están escuchando”
— Evita usar aparatos con micrófonos o reconocimiento de voz integrados, especialmente si no se pueden desactivar. -
Usa una red Wi-Fi separada para dispositivos IoT
— Configura una red de invitados o una red exclusiva para IoT en casa, aislando los dispositivos inteligentes de tus dispositivos principales (celulares, laptops, etc.). -
Restablece antes de desechar o revender
— Siempre restaura los dispositivos inteligentes a su configuración de fábrica antes de reciclarlos, venderlos o regalarlos, para evitar que tus datos se transmitan a otros.
A medida que los dispositivos IoT se vuelven más “inteligentes”, nosotros también debemos estarlo. Mantente alerta, porque en un mundo donde hasta tu freidora puede estar escuchando, la privacidad no debe ser un pensamiento secundario.