YouTube ha reconocido que está realizando pruebas con una nueva política en la que solicita a los usuarios que desactiven su bloqueador de anuncios o que adquieran YouTube Premium si desean ver videos sin publicidad.

Esta prueba se conoció después de que algunos usuarios de Reddit vieran una ventana emergente de YouTube con el siguiente mensaje: "Los bloqueadores de anuncios no están permitidos en YouTube". A continuación se explicaba que los anuncios ayudan a los creadores de la plataforma y se recomendaba a los usuarios suscribirse a YouTube Premium por 11,99 dólares al mes para que los youtubers "puedan recibir sus ganancias a partir de tu suscripción".

Fonte: Reddit

La prueba aún parece bastante limitada, y no está claro si YouTube la ampliará para llegar a más usuarios. Sin embargo, no es la primera vez que la plataforma de Google realiza estos experimentos relacionados con la publicidad y los abandona después. Estas pruebas incluían el infame intento de obligar a los usuarios a ver 10 anuncios a la vez, y ni siquiera era posible saltárselos.

¿El fin del bloqueo de anuncios en YouTube?

En primer lugar, no está claro si esta nueva política, que ya está causando revuelo, ha venido para quedarse. Es fácil imaginar que será sumamente impopular entre los usuários. Sin duda, YouTube estará vigilando las reacciones al "experimento" y si observa un abandono masivo de la plataforma, sobre todo por parte de quienes no quieren pagar YouTube Premium, es posible que lo abandone.

Pero si YouTube sigue adelante con su plan de prohibir los bloqueadores de anuncios, a continuación analizamos lo que se puede esperar.

Si la prohibición de los bloqueadores de anuncios se convierte en parte de la política estándar de la plataforma, los usuarios deben estar preparados para un poco de conmoción. Es posible que los bloqueadores de anuncios y YouTube se lleven como el perro y el gato, en el que uno intentará burlar al otro. Además, como los bloqueadores de anuncios han estado perfeccionando sus técnicas para evitar ser detectados durante algún tiempo, es poco probable que YouTube pueda instaurar la prohibición sin una fuerte resistencia.

Repercusiones en la experiencia del usuario y de los creadores de contenidos

A lo largo de los años, YouTube ha ido aumentando el número de anuncios en los videos con la justificación de apoyar a los creadores de contenido. Los anuncios son variados y vienen en diferentes formatos: anuncios que se pueden saltar a los cinco segundos, anuncios que no se pueden saltar (uno de los peores tipos) y anuncios "cortinilla", que aparecen antes de un video y duran hasta 6 segundos.

Los usuarios sin bloqueadores de anuncios seguirán enfrentándose a este flujo incesante de anuncios, y no es ningún secreto que a muchos les molestan. Algunos pueden incluso abandonar la plataforma. Al mismo tiempo, los que decidan seguir utilizando bloqueadores de anuncios se encontrarán en medio de una guerra entre YouTube y los bloqueadores de anuncios, y puede que acaben enfrentándose eventualmente al molesto mensaje de prohibición.

En cuanto a los creadores de contenidos, es un hecho que ganan algo de dinero con el programa AdSense de YouTube, que les permite ganar dinero cediendo espacio en sus vídeos para publicidad. La cantidad a percibir depende de cuántas personas vieron el anuncio en su totalidad o interactuaron con él. Si el anuncio se puede saltar, el espectador debe verlo durante al menos 30 segundos o hacer clic en él para que YouTube lo valide y, por tanto, genere algún beneficio para el creador del contenido. En primer lugar, pocos usuarios ven y seguirán viendo los anuncios en su totalidad y, además, puede que el número de visualizaciones disminuya debido a la prohibición de los bloqueadores de anuncios y esto, paradójicamente, también influiría en los ingresos por publicidad.

Así pues, cabe señalar que YouTube no sólo piensa en los creadores cuando se plantea prohibir los bloqueadores de anuncios, sino que también (¡y sobre todo!) piensa en sí mismo. Algunas estimaciones que YouTube se lleva el 45% de los ingresos publicitarios generados por los canales, mientras que los creadores de contenidos sólo se llevan el 55% restante.

También es importante tener en cuenta que los ingresos de los creadores de contenidos por cada 1.000 visualizaciones de anuncios pueden variar mucho en función de muchos factores, como la temática del canal y la ubicación de los espectadores. Según un informe de Business Inside, los creadores pueden ganar entre 1,61 y 29,30 dólares por cada 1.000 visitas, y sus ingresos por publicidad pueden variar mucho de un mes a otro. Como consecuencia de esta imprevisibilidad, sumada a la desmonetización errónea o arbitraria de vídeos de YouTube o incluso de canales enteros, muchos creadores de contenidos confían mucho más en las asociaciones con marcas, ya que son más estables y pagan mucho más. Este tipo de asociación también se basa en un elevado número de visualizaciones.

Así, es un hecho que los beneficios de los anuncios de YouTube por parte de los creadores de contenidos pueden no sufrir un gran impacto, especialmente cuando se trata de youtubers más pequeños. Una caída en el número de visualizaciones, en cambio, puede golpearles de forma negativa, dificultando el cierre de alianzas con marcas.

Conclusión

Coincidentemente, YouTube decidió llevar a cabo su "experimento" de prohibir el bloqueo de anuncios justo después de un informe de muy malos resultados. El informe Q1 2023 de Alphabet, publicado el més pasado, mostró que los ingresos publicitarios de YouTube habían disminuido un 2,6% en los últimos años, lo que supone el tercer trimestre consecutivo de pérdida de beneficios para la plataforma.

Este patrón es bastante común: una empresa tiene problemas para obtener beneficios (o para mantener los mismos beneficios que antes, como es el caso de YouTube) y sus ejecutivos creen que perseguir a los bloqueadores de anuncios es una solución lógica para aumentar sus ingresos. El problema es que, aunque pueda parecer fácil culpar a los bloqueadores de anuncios, este enfoque solo funciona a corto plazo. Peor aún, puede animar a los usuarios a migrar a otras plataformas, lo que podría resultar contraproducente para YouTube.