El nuevo esquema "pagar o consentir" en los medios de comunicación
Este año, varios periódicos del Reino Unido comenzaron a implementar un modelo de "paga o consiente", pidiendo a los lectores que paguen si desean evitar la publicidad personalizada. Si crees que esto es solo otro ejemplo de periódicos sumándose a la tendencia de muros de pago, no te equivoques. La verdadera cuestión está en la palabra "personalizada": incluso si pagas por una suscripción, seguirás viendo anuncios; simplemente no estarán dirigidos específicamente a ti.
Entre los principales periódicos que adoptaron este esquema están The Sun, que cobra £4.99 al mes, seguido por The Independent con £4 y Mail Online con £2.70. Otros grupos editoriales, como Reach, que incluye Mirror y Express, ofrecen una opción llamada “Privacy Plus” por £1.99.
La mayoría de los periódicos solo ofrecen una experiencia con anuncios limitados. The Independent destaca al proporcionar una experiencia sin anuncios para sus suscriptores pagos, aunque esto es más una excepción que la regla.
El modelo no es exclusivo del Reino Unido ni se originó allí. Varios periódicos alemanes, como Bild, adoptaron este esquema antes que los británicos.
Sin embargo, su creciente popularidad y adopción en el Reino Unido coloca este modelo en el centro de atención, especialmente considerando la posibilidad de que se extienda por toda Europa y, quién sabe, se convierta en un estándar global, particularmente en países donde las leyes de privacidad están ganando fuerza.
Un análisis más detallado de las ofertas
La implementación por parte de diversos periódicos británicos (que son el enfoque de este artículo, ya que ofrecen una muestra representativa) varía. Algunos son directos, ofreciendo a los lectores la opción de aceptar anuncios personalizados o pagar para evitar el rastreo de inmediato. Otros presentan mensajes extensos, obligando a los lectores a pasar por varios pasos antes de finalmente ofrecer la opción de "rechazar todo" y solicitar un pago.
Uno de los caminos menos complicados es el de The Sun, que inmediatamente pide que pagues para rechazar anuncios personalizados o consientas en ellos.
En contraste, Express dificulta más que los lectores rechacen la publicidad personalizada. El primer aviso pide a los usuarios que hagan clic en "aceptar", y si eligen "más opciones", se encuentran con un mensaje extenso explicando qué tipo de información Express planea compartir y con quién, en caso de que el usuario acepte los términos de publicidad personalizada.
Este aviso, por sí solo, es una mina de información. Un usuario curioso podría descubrir que, al hacer clic en "aceptar todo", su información personal, como identificadores únicos, será compartida con nada menos que 1147 (!) socios de Express.
Si aún no estás convencido de la idea de que tus datos personales sean utilizados para crear un perfil para anuncios personalizados —algo que hacen hasta 512 socios de Express— o permitir que 690 de ellos almacenen y/o accedan a información en tu dispositivo, finalmente se presenta la opción de optar por no ser rastreado y evitar anuncios personalizados por £1.99. Sin embargo, incluso en este punto, Express sigue intentando obtener tu consentimiento para la recopilación de datos, recordándote nuevamente que puedes "volver a consentir". Esta insistencia sugiere que puede ser más rentable seguir recopilando datos para anuncios que simplemente cobrar la tarifa.
Como alternativa, puedes ajustar manualmente tus preferencias en el aviso, desactivando opciones una por una, pero seamos realistas: la mayoría de las personas probablemente simplemente hará clic en "aceptar todo" sin siquiera revisar las opciones.
La elección del "menor de los males"
Este nuevo esquema presenta a los lectores una elección aparentemente sencilla: pagar por una experiencia reducida de anuncios o aceptar anuncios personalizados (y muy rara vez quedarse completamente libre de anuncios). El problema está en los detalles. El Daily Mail deja claro que la suscripción Mail Essential solo ofrece la opción de ser rastreado un poco menos: se trata de un "rastreo reducido", no de "sin rastreo". El sitio seguirá utilizando cookies "y tecnologías similares" para proporcionar sus servicios y "para otros fines, incluyendo contenido personalizado, medición, investigación de audiencia y desarrollo de servicios."
Lo mismo ocurre con los anuncios. Seguirás viendo anuncios, pero serán no personalizados.
Los editores explican que esto es un intercambio de valor justo: al pagar para evitar anuncios personalizados, los lectores ayudan a financiar el periodismo de alta calidad, ya que los anuncios altamente segmentados y personalizados son conocidos por ser mucho más efectivos que la publicidad generalizada.
Sin embargo, esto plantea una pregunta importante: ¿es realmente justo este intercambio de valor?
En nuestra opinión, la justicia de este acuerdo es altamente cuestionable. Pagar para ocultar algunos anuncios (ni siquiera todos) difícilmente es una propuesta de valor atractiva, especialmente cuando ni siquiera existe una opción para quedar completamente libre de anuncios. Para nosotros, esto es solo una variación del modelo publicitario. Creemos que la mayoría de los usuarios lo rechazarán, incluso si existiera una opción genuina. Nuestra investigación reciente, realizada a través de Survey Monkey, indicó que la mayoría de los usuarios prefiere usar bloqueadores de anuncios en lugar de pagar por contenido sin anuncios.
Además, aunque las tarifas para optar por no ver anuncios personalizados puedan parecer razonables para un solo sitio, considera las implicaciones si cada sitio adopta este modelo. Esta elección se vuelve insostenible, especialmente si solo conduce a menos anuncios o a un tipo diferente de publicidad. Además, la tecnología de rastreo seguirá integrada en estos sitios, dejando a los usuarios vulnerables a la vigilancia.
Preocupaciones sobre la privacidad
Una gran inquietud es qué sucede con los datos recopilados antes de que los usuarios opten por no participar o compren una suscripción, y después de que cancelen dicha suscripción. La incertidumbre sobre la retención de datos crea serios problemas de privacidad. Los usuarios pueden, sin saberlo, dejar una huella digital que persista, incluso si más tarde deciden retirar su consentimiento.
Esto genera preguntas importantes sobre qué tan claras y honestas son las empresas al manejar los datos. Los consumidores terminan sintiéndose inseguros sobre el verdadero significado de sus elecciones, especialmente en una situación que a menudo parece aprovecharse de ellos.
¿Qué hizo posible este esquema?
El Information Commissioner’s Office (ICO), el organismo independiente encargado de la protección de datos en el Reino Unido, sugirió que este modelo se ajusta a las leyes de protección de datos, lo que significa que los precios basados en el consentimiento podrían permitirse.
Sin embargo, el ICO también enfatizó que el consentimiento debe ser "libremente otorgado" y "plenamente informado", lo que genera algunas señales de alerta considerando las tarifas y las limitaciones de las suscripciones involucradas. Mientras los editores luchan por aumentar las tasas de consentimiento en medio de la caída de ingresos por anuncios, la verdadera integridad de la elección del usuario está en riesgo.
En resumen, aunque el modelo de "paga o consiente" afirma dar más poder a los lectores, termina creando una ilusión de elección que podría dañar la confianza del consumidor y el futuro del periodismo. Muchos usuarios prefieren seguir utilizando bloqueadores de anuncios en lugar de pagar por un servicio que no satisface completamente sus necesidades.