Meta está dispuesta a ofrecer un descuento para Instagram y Facebook sin anuncios. ¿Una oferta irresistible?
Meta, designada como "gatekeeper" bajo la nueva ley antimonopolio de la UE, el DMA (Ley de Mercados Digitales), está enfrentando dificultades para cumplir con sus disposiciones. El obstáculo que la empresa parece no poder superar es obtener el consentimiento “libremente otorgado” de los usuarios de Facebook, Instagram y Messenger para el uso de sus datos personales en publicidad dirigida. Pero los usuarios deben mantener acceso total a estas plataformas incluso si optan por no compartir datos, asegurando que sus huellas digitales no sean absorbidas por Meta con fines de publicidade dirigida.
En noviembre, Meta creó una solución ingeniosa: cobrar €9,99 por una cuenta única en la web y €6 más por cada cuenta adicional. En dispositivos móviles, Meta planeaba cobrar €12,99 al mes por una cuenta única y luego €8 al mes por cada cuenta adicional. El total general habría sido de alrededor de €35 al mes, asumiendo que un usuario quisiera una experiencia sin anuncios en Instagram y Facebook tanto en la computadora, como en el celular.
La oferta no tuvo efecto ni con los usuarios ni con los reguladores. Entonces, ante la perspectiva de pagar una multa considerable por no cumplir con el DMA y presionada contra la pared, Meta ideó una propuesta igualmente ingeniosa para reducir a la mitad su "tarifa de privacidad".
Según Reuters, Meta informó a la Comisión Europea que estaba dispuesta a reducir el precio de €9,99 a €5,99 por una cuenta única y de €6 a €4 por cada cuenta adicional. “Hemos querido acelerar este proceso desde hace algún tiempo porque necesitamos llegar a un estado estable,” dijo el abogado de Meta, Tim Lamb.
¿Una oferta lo suficientemente buena o una cortina de humo para encubrir las verdaderas intenciones?
Podemos debatir si el descuento es lo suficientemente grande y si €4 hacen tanta diferencia. Sin embargo, el valor exacto de la tarifa no debería ser el centro de la discusión. Si algo, desvía la atención de la pregunta más importante, que es si la elección entre pagar una tarifa y tener tus datos devorados por una máquina de procesamiento de datos como Meta representa una elección real.
No creemos que lo sea. Estas dos opciones no son igualmente libres, y nunca podrán serlo. Mientras que en un caso solo haces clic en "aceptar", en el otro tienes que pagar a Meta una tarifa potencialmente creciente para mantener tu privacidad intacta. Pero la privacidad no debería ser un privilegio, es un derecho que creemos que todos deberían tener la capacidad de ejercer.
Los defensores de la privacidad de NOYB, que estaban indecisos sobre el esquema de "pagar o aceptar" de Meta desde el primer día, argumentan que una tarifa más baja, sea cual sea, no equivale a cumplimiento.
El GDPR establece claramente que el consentimiento debe ser "libremente" otorgado. Meta, por otro lado, está ocultando el botón de "rechazar" detrás de un pago.
Al adentrarnos en el campo práctico de este dilema de consentimiento, nos enfrentamos a otro rompecabezas. Según investigaciones recientes, destacadas por NOYB, un asombroso 99.9% de los visitantes de sitios web preferirían consentir al rastreo en lugar de desembolsar una tarifa modesta de €1.99.
Sospechamos fuertemente que Meta está al tanto de estos y otros hallazgos que indican que los usuarios estarían renuentes a abrir sus carteras en masa en aras de protegerse contra la minería de datos y la publicidad dirigida subsiguiente. Es más probable que Meta nunca haya contado realmente con que los usuarios acepten cualquier tarifa, de ahí la propuesta inicial de tarifa que rozaba lo irrealista. Tal vez esto fue un movimiento estratégico, dejando espacio para un anuncio dramático de recorte de precios en el futuro: recortar a la mitad los precios siempre genera buenas noticias, ya que suena como una concesión generosa. Sin embargo, esta maniobra solo refuerza una noción preocupante: que la privacidad es un lujo reservado para unos pocos. Y es una noción con la que no podemos estar de acuerdo.
Consecuencias potencialmente graves para la privacidad
Como señala NOYB, si el Consejo Europeo de Protección de Datos (EDPB) da luz verde al sistema de "pagar o aceptar" de Meta, tal decisión podría abrir el camino para que más empresas adopten un enfoque similar.
La elección entre "sí" o "no" al rastreo invasivo finalmente y de forma irreversible será reemplazada por "pagar o tener tus datos convertidos en mercancía" por parte de las Big Tech. Esto, argumenta el grupo de defensa de la privacidad, equivaldrá a "hacer prácticamente inútil el derecho fundamental a la privacidad".
Esta conclusión puede parecer demasiado severa, pero normalizar la vigilancia en línea bajo la apariencia de dar a los usuarios elección no es más que crear una cortina de humo. Y nosotros, al igual que los reguladores, debemos ver más allá de ella.